viernes, 23 de marzo de 2007

Spaghetti bolognesa code

Bueno como era de esperar mi reincorporación al mundo laboral ha copado todo mi tiempo y me ha hecho "renunciar" a mis hobbies de bohemio soñador...

A parte de esto, me he vuelto a dar cuenta de que vivimos en un mundo de chapuzas y chapuceros, donde impera la ley del mínimo esfuerzo. Mis oídos han vuelto a ser obsequiados con perlitas del estilo de "si funciona, no lo toques", "con todo lo que nos ha costado hacerlo hay que seguir utilizándolo", "¿qué ventaja tiene hacerlo así que hacerlo como ya estaba hecho?" y muchas más que prefiero olvidar.

En mi corta vida laboral me he encontrado de todo. Pero lo que más me llama la atención es que habiendo ya superado la época del llamado Spaghetti code, nos seguimos encontrando con lo que yo en su día denominé Spaghetti bolognesa code que es lo mismo que el Spaghetti code pero utilizando un lenguaje orientado a objetos. Y la culpa de todo la tiene la dichosa técnica del "cortar y pegar". Que sí, que el cortar y pegar texto literario es muy pero que muy útil. Pero si estamos hablando de código fuente y de programas, ¿no sería mejor declarar una función que realice las instrucciones que estamos duplicando en el código? Y ya no hablemos de definir clases y objetos que realicen esa tarea. Yo por comentar, que a mi ni me va ni me viene... bueno desgraciadamente sí que me repercute, ya que ésta es mi profesión.

Por esto y por alguna otra causa más los informáticos y la informática en general no estamos bien vistos. Ahora los ingenieros tradicionales, industriales, mecánicos, electrónicos, etc., nos quieren rebajar nuestro bien ganado título de Ingenieros en Informática a simplemente Informáticos. Si el software se tratase como se tratan otros ingenios estaríamos mejor valorados.

Si eres ingeniero en informática y me estás leyendo, y si no eres uno de esos de la técnica del cut&paste sabrás a lo que me refiero.

Si ya se sabe que todo sale mejor cuando se hace "despacito y con buena letra".

sábado, 3 de marzo de 2007

Changes

¡Vaya papaya! Se me acabó esto de la vida bohemia. La semana que viene vuelvo a trabajar. Un sitio nuevo, gente nueva, proyectos nuevos, madrugones, transporte público, un conjunto de cambios que alterarán la vida tranquila y relajada que he llevado hasta ahora desde el día D.

La verdad es que los cambios en la vida no son malos. Hacen que evolucionemos, que tengamos nuevos objetivos, que no nos estanquemos en una situación y en definitiva, nos hacen sentir vivos. Pero como decía Nietzsche la vida es un eterno retorno, por muchos cambios que tengamos en la vida habrá momentos en los que nos sintamos atascados en una realidad que no nos gusta.

He estado pensando sobre lo del nuevo trabajo y me ha venido a la mente un corto de uno de nuestros genios de la animación 3D.



Por cierto, y aunque no venga a cuento, qué bueno es este tío. Tenéis que ver sus trabajos.

Me veo claramente identificado con el protagonista del corto. Debería de replantearme eso de ser un eterno inconformista. Quizá es que como he pensado más de una vez, simplemente es que no me gusta trabajar. Da igual, el trabajo que voy a empezar la semana que viene es en principio temporal y luego...

Buff!! Menos mal que no tengo que pagar ni hipotecas ni criar o cuidar a alguien ni na' por el estilo, pero todo llegará... eso lo dejaremos para otra entrada del blog.

Hala pues, manos a la obra que hay que levantar el país.

viernes, 2 de marzo de 2007

Svenska för nybörjare

Ésta es la primera entrada de mi nuevo blog. Hice un amago de empezar un blog el agosto pasado cuando estuve en Berlín estudiando alemán, pero al no tener conexión a Internet en la casa en la que me hospedaba se quedó todo en agua de borrajas.

Y es que, una de mis pasiones son los idiomas. Los aprendo porque me gustan no porque los vaya a utilizar a nivel profesional pero eso nunca se sabe...

En septiembre de 1996, en mi segundo año de carrera, empecé con el sueco y desde entonces sigo manteniendo relación con este idioma de una u otra manera. Por eso cuando he visto este vídeo en youtube no me he podido resistir.



Actualmente tengo el sueco más oxidado que el casco del Titanic, la culpa la tiene el alemán. Llevo con la lengua teutónica en la EOI desde 2003 y gracias a mi estancia el mes de agosto de 2006 en Berlín ahora estoy ya en 4º. Buff, aunque eso no quiere decir ni mucho menos que sepa alemán.

Pero bueno, "es lo que tiene el ruso" como decía Candela Peña en "Hola, ¿estás sola?".

Espero no dejar este blog y seguir poniendo entradas con cosas, no sé si interesantes, pero por lo menos curiosas.

Un saludo a todo el que haya llegado hasta aquí.