El sábado a la noche fuimos a una fiesta de un bar de playa cercano y fue una experiencia mas, sin mas. Vamos que ese rollito ibicenco no va conmigo. Yo soy mas de festivales del tipo al que fuimos en Vlasti (Βλάστη).
Lo malo de haber ido a la fiesta esta del Banana Beach es que a la vuelta me encontré una muy desagradable sorpresa. Resulta que algún campista oportunista me robo mis Columbia Watu compradas especialmente para este viaje. Pero no solo me robaron las sandalias sino que también una de mis camisetas emblema, la única de estas que llevo en la mochila y la que mejor conservada estaba de todas las que tengo en casa.
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Puedo entender que se llevasen mis Columbia Watu, porque eran nuevas y buenas pero ?Para que querrá alguien una camiseta sucia y sudada que había puesto colgada de un árbol? Igual fueron las feromonas, ?Quien sabe?
La verdad es que lo del free camping no nos esta durando mucho. En Vlasti solo durmimos una noche porque al dia siguiente a las siete de la tarde se puso a llover y tuvimos que salir escopeteados de alli. Hoy ha pasado otro tanto de lo mismo. Ayer a la noche los truenos amenazaban tormenta por eso nos recogimos prontito. Afortunadamente a la noche solo cayeron cuatro gotas y como yo había acondicionado mi tienda mejor que en Vlasti puede dormir sin ahogarme. Pero esta mannana se ha levantado un viento huracanado y la lluvia ha sido mucho mas fuerte por lo que una vez mas hemos tenido que salir corriendo. Otra vez recogiendo las tiendas de campanna bajo la lluvia intentando no dejarnos olvidado nada y deseando llegar a casita para secar las ropas y darnos una ducha.
Otra anécdota "divertida" del fin de semana ha sido que la policía ha venido hoy a despertarnos para decirnos que la acampada libre es ilegal y para multarnos. A mi, como tenia la tienda "acondicionada" para la lluvia, no me han visto. Claro que mi tienda parecía mas un montón de trastos que una tienda y habrán pensado que ahí no podía estar durmiendo nadie.
Por otro lado sigo con mi maldito dolor de espalda. La verdad es que dormir sobre el suelo duro de la tienda de campanna me alivia pero nada mas que me vuelvo a sentar en una silla incomoda o en el asiento del coche me vuelve a doler cosa fina. Esperemos que no me dure mucho tiempo mas porque dentro de poco tendré que empezar a cargar con la mochila y no quiero saber que puede ser de mi y de mi espalda con los mas de 15 kilos de peso que llevo.
Lo mejor del fin de semana ha sido el banno a la luz de la luna llena que nos dimos ayer a la noche. Ese momento borra todo lo demás. Y en ese momento tuve la sensación de libertad que esperaba tener en este viaje y que espero volver a tener dentro de poco cuando vaya a las islas.
