Era mi mejor compañera de viajes, de juergas y de días de guardar. Seguramente estaba harta de mi. Cuando íbamos de juerga le echaba cerveza por encima. Cuando íbamos a la playa la rebozaba en arena. Cuando estuvimos juntos en Hamburgo no se me ocurrió otra mejor idea que salpicarla con agua del Elba. También me acuerdo del cabreo que se agarró cuando un cabritillo le dio un golpe con uno de sus cuernecitos y por supuesto era mi culpa porque la idea de ir a hacer quesos de cabra a Iparralde fue mía.
La pobre ha dicho "¡basta ya!". Cuando ha visto la oportunidad se ha ido y me ha dejado solo en la estación de Zürich. Ya no quiere seguir más el viaje conmigo.
¿Quien me va a hacer compañía ahora en los paseos a solas por la ciudad? ¿Cómo haré para mantener en el recuerdo todas las maravillas que voy viendo? No lo sé. Y el Alzheimer que tengo últimamente no ayuda mucho. Tiraré como pueda con mi N70 pero igual este se harta también pronto de mi.
He hecho todo lo posible para hacer que vuelva. Solo me ha faltado ir al programa de Paco Lobatón, para preguntar eso de "¿quien sabe ande (estará mi cámara)?". Algún pajarraco dará buena cuenta de ella que aunque estaba vieja y deteriorada sacaba fotos decentes. O por lo menos yo siempre veía esas fotos con buenos ojos porque eran de mi querida Nikon
Han sido cerca de cuatro años juntos y mas de 10000 fotos sacadas por toda Europa. Adios amiga.